miércoles, 17 de julio de 2013

TERCER PERIODO. VIVIR AL EJEMPLO DE JESÚS

LA VIRTUD, CAMINO PARA DAR BUEN EJEMPLO

El mundo de hoy vive de acuerdo con valores generalmente orientados a satisfacer inquietudes y necesidades propias que generalmente prescinden de los demás. Por su parte, Jesús, con su palabra y con su vida, nos invita a realizarnos como personas pero sin olvidar a los demás.


LAS VIRTUDES EN LA VIDA COTIDIANA
Generalmente, la virtud se entiende como una tendencia de la persona a obrar el bien, adquirida mediante el ejercicio constante de buenas acciones. De igual manera, la virtud invita a alejarse de todo vicio que dificulte la vida virtuosa. Las virtudes se pueden apreciar desde dos perspectivas, a saber:

LAS VIRTUDES HUMANAS
Llamadas también virtudes morales, son disposiciones del entendimiento y de la voluntad de la persona, que regulan sus actos y guían la conducta de la misma según la razón y la fe. Entre estas virtudes tenemos:

  • LA PRUDENCIA: dispone a la persona para discernir y actuar de forma adecuada, en toda circunstancia, procurando el bien propio y el de los que le rodean.
  • LA JUSTICIA: consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido
  • LA FORTALEZA: asegura la firmeza y la constancia en la práctica del bien, aun en las dificultades.
  • LA TEMPLANZA: nos ayuda a no dejarnos llevar por aquellos placeres que no ayudan a la buena formación de la persona.

LAS VIRTUDES TEOLOGALES
Se configuran como aquellas que Dios pone en el espíritu de las personas, para que estas se relacionen constante y plenamente con él. Son tres:

  • LA FE: Es una  actitud de toda la persona en la que todo su ser está orientado a Dios en una relación de libertad, confianza y obediencia. Es la respuesta del hombre al proyecto salvador de Dios,
  • LA ESPERANZA: Lleva al individuo a poner absoluta confianza en Dios y en su proyecto de salvación de la humanidad. La esperanza no es estática sino que lleva al individuo a trabajar para que su proyecto de salvación se haga efectivo en su contexto cotidiano.
  • LA CARIDAD: En esta virtud amamos a Dios sobre todas las cosas  a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
REFLEXIONA
  • ¿Crees que es posible ser virtuoso o virtuosa en el mundo actual? Explica por que.
  • Qué situaciones observas en la realidad afectan el cultivo de las virtudes.

TERCER PERIODO. EL AMOR LA LEY DE LOS CRISTIANOS

EL AMOR DE JESÚS REVELA EL AMOR DEL PADRE

 
En todas sus acciones Jesús manifiesta el amor de Dios: "Como el Padre me ama a mi, así los amo yo a ustedes" (Juan 15,9). Así, Él demuestra que Dios cuida de cada una de las personas, pues les sale al encuentro revelando su amor y demostrando que Él amó primero a la humanidad, al punto de entregar a su propio Hijo a una muerte de cruz.
A través de su predicación y acciones, Jesús recuerda que Dios es un Dios amigo, un Dios que ama a sus hijos y lo único que espera es que ellos acepten la invitación a ser siempre sus hijos e hijas. Él ciertamente no vino a quitar ninguna ley, es decir, no vino a contradecir a Moisés, como lo aseguraban los judíos de su tiempo, sino que les da el pleno cumplimiento a esas leyes con una máxima, que las resume en una sola, el amor: "Jesús le dijo: ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente", Este es el más importante y el primero de todos los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este, dice: ama a tu prójimo como a ti mismo. estos dos mandamientos se basan en la ley y los profetas. (Mt 22,34-40)

EL AMOR: LA RAZÓN DE SER DE LA IGLESIA

   
La iglesia tiene como principal misión dar a conocer el mensaje de salvación enseñado por Jesús, en el cual expresa de modo contundente: "Dios es amor". De ahí que todas las acciones pastorales de la iglesia, es decir todas aquellas acciones que realiza con y por las personas, deben estar encaminadas a mostrar el amor de Dios. De ahí que se diga que la iglesia debe dar amor.

 LA IGLESIA, SACRAMENTO DEL AMOR DE DIOS

  
La misión de la iglesia es la de facilitar la comunión de las personas con Dios, y a la vez, promover la comunión de las personas entre si en una dimensión horizontal, es decir, de igualdad. En este plano, en donde el primero de la comunidad es quien sirve, la comunidad eleva su corazón a Dios y transmite a sus miembros el fruto de ese encuentro: el amor.
En otras palabras, la razón de ser de la iglesia consiste en manifestar el amor de Dios, hacerlo alcanzable y posible en medio de la comunidad y en todas las circunstancias. La iglesia, maestra, debe interpretar el mensaje de Jesús y consecuentemente construir comunidades que unidas por la oración hagan real el amor a Dios y a los demás. Por tal razón, la iglesia invita constantemente, por medio de sus documentos y, sobre todo, a través de sus pastores, a seguir a Jesús como modelo y base del amor.
De esta manera, acompaña a las sociedades en su discernimiento, en sus angustias y alegrías, invitando a cada cristiano a optar por el amor desde los distintos estilos de vida, como la de aquellos que se consagran exclusivamente a Dios en la vida religiosa o de quienes, en medio del matrimonio u otro estado de vida hacen presente el amor de Jesús entre los hombres.

CONTINENTE DE LA ESPERANZA Y DEL AMOR

   
Reconocemos el don de la vitalidad de la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe, sus parroquias, sus comunidades, sus asociaciones, sus movimientos eclesiales, nuevas comunidades y sus múltiples servicios sociales y educativos. Alabamos al Señor porque ha hecho de este continente un espacio de comunión y comunicación de pueblos y culturas indígenas. También agradecemos el protagonismo que va adquiriendo sectores que fueron desplazados: mujeres, indígenas, afroamericanos, campesinos y habitantes de áreas marginales de las grandes ciudades. Toda la vida de nuestros pueblos, fundada en Cristo y redimida por Él, puede mirar el futuro con esperanza y alegría acogiendo el llamado del Papa Benedicto XVI: "Solo de la Eucaristía brotará la civilización del amor que transformará Latinoamérica y el Caribe para que además de ser el continente de la esperanza, sea también el continente del amor".
Aparecida, Nº 128
REFLEXIONA
  • Expresa cómo es tu vivencia actual del mandamiento del amor.
  • Qué acciones se deben implementar para que América Latina y el Caribe se conviertan en el continente de la esperanza y del amor.